Discapacitados mentales. Madres solteras. Presos. Enfermos oncológicos. Ciegos. Viudas. Homosexuales. Parados. Gitanos. Torturados. Secuestrados. Desaparecidos. Ejecutados extrajudicialmente. Condenados a muerte.

¡¡¡Defendamos sus derechos!!! Ha llegado el momento de que apliquemos los derechos humanos a todos los grupos marginales.

De acuerdo. Pero ¿no es cierto que nos pasan desapercibidos?

De la infancia a la juventud, toda persona humana bien constituida recorre el camino de la adolescencia, llamada vulgarmente la edad del pavo.

La peculiar sicología de los adolescentes, hace que no sean personas como las demás.

Nuestro intento es el de reclamar sus derechos.

No sería justo exigirles un comportamiento normal, ni lo sería darles un trato como a todos.

Aunque el pavo no se vea, quien tiene el pavo … lo tiene.

El primer derecho fundamental de cualquier grupo marginal es el mismo: derecho a ser conocido y comprendido.

Por eso ¿qué es la adolescencia? ¿Qué es el pavo?

El desarrollo del yo en las personas es un proceso que se construye a lo largo de toda la vida.

Pero hay una etapa de cambio personal que podemos considerar como la más importante, tanto por las transformaciones corporales como por las transformaciones psicológicas, que es la adolescencia.

(IMÁGENES)

Durante este viaje, el adolescente descubre que hay cosas de su personalidad que le gustan mucho y otras que no le gustan en absoluto. A veces incluso le entran ganas de ser otra persona.

Por eso:

• trata de imitar a sus colegas
• viste como sus ídolos de televisión y de las revistas o como los alumnos del instituto que cree que son los más populares, etc.

(IMÁGENES)

Es decir, tendrá que pasar por una serie de cambios que, finalmente, le convertirán en una persona más aceptada por los demás y, sobre todo, por él mismo.

Al dar esos cambios surgen conductas un tanto rebeldes o extremas que los padres y adultos no saben orientar. Aparece entonces el conflicto entre padres y adolescentes.

Los padres exigen un comportamiento normal y, muchas veces, no saben que en esa etapa necesariamente la conducta del adolescente tiene que ir marcada por la rebeldía.

(IMÁGENES)

Ahora vamos a ver el comportamiento utópico que muchos padres desearían ver en sus hijos.

(IMÁGENES)

¿Y qué derechos reclaman los adolescentes?

(LISTA DE DERECHOS)

El derecho al pavo supone que el resto de la sociedad comprenda que la peculiar sicología y desarrollo del adolescente le impone a él mismo reclamar esos derechos.

Comprenderle quiere decir darse cuenta de que el adolescente ni está loco, ni tiene razón, ni –en muchos casos— quiere lo que pide.

Entonces, ¿comprenderle y nada más? No. Una vez comprendido su comportamiento, la ayuda tratará de canalizar su crecimiento de acuerdo con unos criterios racionales que necesita recibir desde fuera: eso es la educación.