Manuel Zayas Carvajal, Jorge Garteiz Castellanos, Álvaro Escauriza Castellanos, Jon Blázquez Díez, Pedro Cobo Buxens

 Introducción

27 de febrero de 1997. La revista Nature sacude el mundo de la Ciencia con la noticia del nacimiento de Dolly, el primer animal superior que nace como consecuencia de una clonación. Desde entonces la opinión pública ha sido bombardeada con inmensidad de datos y declaraciones de científicos más o menos desafortunadas. El trabajo de investigación realizado por nuestro grupo nace con la ilusión de llegar a definir el estado actual de la ciencia en lo que se refiere a clonación y así desmantelar algunas fantasías que mentes demasiado calenturientas y ávidas de dinero han espoleado. Una vez llegados hasta ese punto, nos ha sido imposible no estudiar las implicaciones éticas que este tipo de manipulación genética ha supuesto, o puede suponer.

 Método

Para llevar a cabo este ambicioso proyecto hemos instalado una página WEB en Internet para recabar la opinión de todas las personas que quisieran colaborar. La dirección de esta página es "www.geocities.com/Collegepark/Classroom/2416". Ha sido un medio excelente para llegar a saber hasta qué punto la ignorancia de la gente ha planteado esta discusión científica totalmente fuera de lugar.

Además hemos contado con la colaboración de numerosos profesores de universidad, así como de miembros de la Cátedra de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto.

 Desarrollo

Nuestro trabajo sigue la siguiente estructura:

Ya hemos dicho que en febrero de 1997 nació Dolly, llamada sin saberlo a revolucionar la Ciencia. Sin embargo cuatro años antes, en 1993, Jerry Hall y Robert Stilman, de la Unversidad de George Washington, revelaron datos relativos a experimentos de escisión gemelar de embriones humanos de 2, 4 y 8 embrioblastos realizados por ellos mismos. Remontándonos todavía más, en 1954 Briggs y Kinds, llegaron al conocimiento de que el equipo genético completo de los núcleos celulares supone unos 100.000 genes.

El proceso científico que tiene lugar en la clonación humana se lleva acabo por la fusión de un núcleo tomado de una célula somática del individuo que se quiere clonar, con un ovocito desnucleado, es decir, privado del genoma de origen materno. Dado que el núcleo de la célula somática contiene todo el patrimonio genético, el individuo que se obtiene posee la misma identidad genética que el donante del núcleo. Una vez producida la fusión se implanta en el útero de una mujer donde se desarrolla el "clon". Las divisiones que dan lugar al crecimiento del embrión se producen de forma similar a la ocurrida en la reproducción sexual.

Es verdad que se ha hablado e inventado y soñado mucho en relación con la clonación pero también es verdad que nos encontramos en uno de esos campos del saber donde el progreso de la Ciencia supera con creces la capacidad de asimilación. Aunque de momento técnicamente no es posible que sea viable un clon humano, no transcurrirán muchos años antes de que lo sea. En ningún caso nos encontraremos con dos personas iguales, como quieren llegar a hacernos creer algunos científicos y expertos: la estructura biológica es solo una parte del hombre, que posee una estructura espiritual. Hemos accedido a una lista de posibilidades y utilidades de la clonación publicada en "Cuadernos de Bioética". En ella aparecen desde la posibilidad de obtener réplicas del padre en parejas estériles, hasta la fabricación de un clon, que permaneciendo congelado se convirtiera en la mejor reserva de órganos conocida (sin problemas de adaptación). La fantasía no corre peligro de llegar demasiado lejos, porque en este momento en que la opinión pública mundial se debate acaloradamnete pensando que por fin llega con antelación a los problemas del desarrollo, las pruebas realizadas son numerosas y las vidas con las que se ha experimentado son las que se escapan de los cálculos más fantasiosos. Por tanto respecto a las posibilidades que ofrece la clonación humana podemos suponer su viabilidad y así nos adelantaremos, aunque no todo lo que quisiéramos al progreso, si es que se le puede llamar así.

La Comunidad Científica internacional ha rechazado mayoritariamente la clonación, y la experimentación con fetos humanos que supone. Postulados como la dignidad humana o los principios de igualdad y no discriminación no ofrecen salida airosa a quien desee defender la clonación so pretexto de no frenar a la investigación. Reproducimos para terminar un texto de Hans Jonas que trata de la utilización de estos métodos: "en el método la forma más despótica, y a la vez, en el fin, la forma más esclavizante de manipulación genética: su objetivo no es una modificación arbitraria de la sustancia hereditaria, sino precisamente su arbitraria fijación en oposición a la estrategia dominante en la naturaleza".