EL FÚTBOL VÍNCULO DE UNIÓN CIUDADANA


Aloña Velasco, Mónica López, Noelia Martínez, Laura Ilzarbe, Patricia Cuesta.

Coordinadora: Aitziber López de Arancibia.


INTRODUCCIÓN

Estoy preparando mi examen de mecánica y me encuentro un problema donde dice que dos ejes giran de manera solidaria. Esto me hace pensar en la definición de la palabra solidario por lo que decido consultar el diccionario. Entre las muchas definiciones, encuentro una que encaja en mi problema: pieza de un mecanismo unida a otra de manera rígida. Entonces me planteo la siguiente cuestión: "¿Tendrá algo que ver esta definición de solidario con la palabra solidaridad que está tan de moda últimamente?" y reflexionando un poco más pienso "¿De qué manera el fútbol puede ayudarnos a ser ciudadanos y solidarios en este mundo en el que nos ha tocado vivir?"

El fútbol, como deporte rey en la actualidad, tiene el poder de movilizar grupos numerosos de la sociedad y de reunir a miles de personas por una causa común: el deporte. Pero, ¿qué tiene el fútbol que no tengan el resto de los deportes? La rivalidad, la búsqueda del reconocimiento, la defensa de la propia identidad, el dinero, la alegría de ganar, la competitividad... Los puntos comunes son diversos, pero algo tiene este deporte que lo diferencia: es un fenómeno arraigado en la sociedad de hoy y vínculo de unión entre los ciudadanos y las culturas.

DESARROLLO

El fútbol constituye un bien social para sus seguidores. Los estadios se convierten en lugares de reunión donde se fomentan las relaciones entre las personas. Este deporte se ha erigido como un modo más de diversión entre jóvenes y adultos. Aglutina gentes de diferentes sexos, culturas y generaciones, es un pasatiempo que ofrece una nueva alternativa para liberar tensiones y disfrutar de un hobby compartido.

La afición futbolística está presente en distintos ámbitos de la sociedad. Con el paso del tiempo, este deporte ha llegado a invadir núcleos de gente tan diversos como familias, grupos de amigos, peñas y clubes. El balón es un tema más de conversación que está en boca de todos y, que contribuye a crear relaciones personales. Son frecuentes las reuniones de amigos que se unen para celebrar el éxito en el campo o las peñas futbolísticas formadas por fervientes seguidores de algún equipo. En el núcleo familiar, el fútbol fomenta la relación entre padres e hijos, contribuye a crear un ambiente cordial que favorece la comunicación entre jóvenes y mayores. Cada vez son más las mujeres que acuden a los encuentros e incluso practican el deporte. Asimismo, la pasión que este deporte suscita, impulsa nuevas amistades en el lugar de trabajo, e incluso, llega a convertirse en un recurso habitual a la hora de entablar una conversación.

Además, el atractivo del fútbol crea nuevos hábitos entre las personas aficionadas. Cada vez es mayor el interés por este deporte, y esto contribuye a elevar el número de seguidores que lo practican. Se trata, además, de una actividad que no exige una preparación excesiva para su disfrute, lo que atrae nuevos adeptos.

El fútbol también crea un hábito entre quienes lo practican. El hecho de formar parte de un equipo futbolístico obliga a someterse a una preparación y a un plan de entrenamiento. Y es que, el deporte en sí, las personas que lo integran y la propia actividad que desarrollan, constituyen hoy en día una nueva forma de acción empresarial que mueve desorbitadas cantidades de dinero y que, al igual que cualquier otro negocio, crea riqueza.

No obstante, frente a los beneficios que esta afición puede traer consigo, el fútbol plantea también sus inconvenientes. El capital que las distintas marcas comerciales conceden a los jugadores es una de las causas principales de que este negocio llegue a convertirse en un intercambio, o peor aún, en una "compra-venta" de jugadores. Podría llegar a decirse, incluso, que se trata de una relación comercial en la que la moneda de cambio es el propio jugador y no la actividad deportiva que desarrolla. Esta situación contrasta con las carencias que ciertos países en vías de desarrollo sufren.

En muchas ocasiones el seguimiento del mismo equipo ha servido como punto de partida para una relación más estrecha entre individuos que, por diversos motivos, se encuentran lejos de su ciudad de origen, y facilita, de esta manera, mantener más vivo el afecto y orgullo por sus raíces. Asimismo, el desplazamiento a otras ciudades y países, sedes de equipos contrincantes, ofrece a las familias y peñas la ocasión de enriquecer su conocimiento de la cultura y el arte.

Ahora bien, en los últimos años, los estadios de fútbol han sido centro de agresiones y de enfrentamientos entre seguidores de los distintos equipos. El fútbol se ha convertido en un motivo más de violencia entre las personas. Pero, ¿es este deporte la causa principal de los enfrentamientos, o se trata, por el contrario de unas desavenencias personales? ¿Existen connotaciones políticas? ¿No es una excusa más utilizada por los grupos vandálicos para desatar su ira?

Los medios de comunicación pueden jugar un papel determinante a la hora de informar, dosificando la importancia de los resultados y alertando acerca de los riesgos que ciertos comportamientos "antideportivos" pueden acarrear tanto para la ciudadanía como para el propio fútbol.

CONCLUSIÓN

 

ASPECTOS NEGATIVOS

Resulta escandaloso que por el ejercicio de este deporte se consigan ingresos muy superiores al resto de las actividades profesionales.

La euforia que suscita entre los aficionados provoca frecuentes enfrentamientos violentos confundiendo la rivalidad deportiva con la rivalidad entre ciudades/naciones.

Se propone a los jóvenes como modelos a los futbolistas relegando aspectos de la persona más valiosos que la fama y la riqueza.

 

PROPUESTAS

Destinar un porcentaje de las recaudaciones a ayuda humanitaria.

Dar a conocer, con motivo de los encuentros, la riqueza cultural de la ciudad/nación representada por cada parte favoreciendo el respeto y la admiración mutuas.

Inculcar, en la educación de la juventud, un sano escepticismo ante modelos que fácilmente deslumbran pero que le despistan de las exigencias necesarias para la construcción de su futuro.