VIDEO DE SOLIDARIDAD Y CIUDADANÍA
Componentes: Antonio López, Gorka Sánchez, Jon Sánchez y Alvaro Escauriaza
Coordinador: Alfonso Martija
Introducción
En los últimos años el nivel de vida en los países desarrollados ha subido mucho. Pero también en los países ricos hay personas que sufren, que tienen necesidades, que están enfermas ó solas. Y la mayor parte del mundo está sumido en la pobreza.
Los medios de comunicación cada vez nos mentalizan más acerca de la necesidad de ser solidarios, nos acercan problemas de gente que está a veces a muchos kilómetros de distancia. La solidaridad es algo que está de moda y que vende. Allí donde hay un desastre natural aparecen un sinfín de personajes de la vida pública, de la política, del mundo del espectáculo que durante unas horas, a lo sumo un par de días, se preocupan intensamente por el problema.
Pero para ser solidario no es necesario marcharse lejos o esperar a que llegue el próximo huracán que arranque de cuajo los bienes de la población, todos tenemos cerca personas que necesitan que les escuches, que les ayudes. A veces el sufrimiento moral es más duro de llevar que el físico, y aquellos seres que tenemos próximos lo que están esperando es algo tan sencillo como tu sonrisa.
Presentación
Las muestras de solidaridad son tan variadas como circunstancias tiene la vida, como matices tiene la personalidad del ser humano. El hombre como ser social, no está hecho para vivir sólo, está incluido en un grupo. Aquel que piensa en los demás, no sólo en sí, se enriquece como hombre en una faceta muy importante, la ciudadanía.
Hay muchas historias hermosas de solidaridad. Es posible que las más conmovedoras ocurran a tu lado, tal vez sin que nadie se entere. Y muchas veces es bueno que sigan en el anonimato. Pero, alguna hay que elegir. Tenemos poco tiempo, apenas quince segundos, para dedicar a algunas que hemos elegido como botón de muestra. Son unos instantes para resumir mucho esfuerzo, a veces toda una vida de entrega a los demás. Tan sólo las presentaremos.
Otros muchos han sido reconocidos por toda la sociedad, y son famosos. Todos los conocemos y no necesitan que nadie les presente, no salen en este vídeo.
Cooperantes
1. Martina lleva dos años en el tercer mundo. Atiende unos comedores populares y dedica en tiempo libre que le queda a dirigir cursos de capacitación a mujeres en zonas urbanas marginales. Descubrió la miseria en un viaje turístico y decidió combatirla.
2. Sergio quería tener una experiencia de solidaridad y se lanzó a ello, apuntándose a un programa de la juventud vasca para la cooperación.
3. José es empleado de banca. Pidió el traslado desde Barcelona a la oficina de Perú para poder dedicarse a recuperar a los niños de la calle sin familia que abundan en las ciudades en sus ratos libres. Lo hizo porque era necesario.
4. Presentamos ahora a un estudiante de medicina que organizó un campo de trabajo en Africa. Quería hacer algo por los demás y decidió marcharse un verano.
5. Este médico de la selva amazónica es un caso distinto. Ha sido contratado por Cáritas. Pone su profesión al servicio de los más necesitados y se gana la vida así, en lugar de hacerlo cómodamente en un hospital de Europa.
6. Jorge y su mujer son argentinos. Se conocieron en actividades de cooperación y ahora son marido y mujer. Están viviendo en la selva poniendo su formación y su tiempo al servicio de los más necesitados.
7. La mayoría no podemos ir a la selva ó a Africa. Las tiendas "un comercio justo" son un ejemplo de iniciativa para conseguir dinero financiar diversos proyectos. A veces el que se queda es el que más puede hace por los demás.
Atención médica, formación básica, un hogar, derecho a una vida digna, es algo a lo que todos tenemos derecho. Muchos se solidarizan con ello, así como con aquellos que se un modo justo pelean por la libertad. Es frecuente encontrar personas que dedican los ratos libres, las vacaciones, parte de su dinero a los demás. Pero quisiéramos terminar con los que trabajan allá donde nadie quiere llegar. Hasta ahora hemos presentado gente que quería tener una experiencia solidaria, que ve la necesidad de ayudar, que comprende que hay que compartir. Llega un punto donde todo esto no basta. Para dedicarse a los moribundos, a aquellos con enfermedades incurables a los despojos de la sociedad que ya no van a aportar nada, hace falta encontrar un motivo distinto. En esta franja de solidaridad sólo hemos encontrado gente que lo hacía porque ese despojo es hijo de Dios.