TELEFONÍA MÓVIL: UN EXTINTOR DEL FUTURO


Leire Aguirre, Marina Bausá, Rita Isabel Bey, Amaia Cipitria, Olatz Díez, Arrate Olaiz

Coordinadores: Nuria Rodríguez

 


1.- INTRODUCCIÓN

El hombre actual es consciente de las necesidades de su entorno y por ello la investigación científica no debe limitarse al puro desarrollo tecnológico, sino dirigirse también a otros campos más humanos que supongan un servicio solidario a la sociedad.

A pesar de que algunas ciencias están más estrechamente relacionadas con las necesidades más básicas de las personas, existen otras que no por ello dejan de preocuparse por el bien común. Este es nuestro caso, el de los ingenieros, que tenemos por objetivo, entre otros, la prevención.

La prevención es algo que a lo largo de la historia ha supuesto una gran preocupación entre los distintos sectores de la sociedad. Así, aunque los desastres naturales fueran inevitables, la población estaría preparada, los daños materiales serían menores y la consecuencia directa más importante es que se salvarían muchas vidas.

Este proyecto, consistente en la prevención de incendios mediante sensores, puede ser el comienzo de promover la conciencia social de que "prevención es solidaridad". Además, se presenta como la puerta que daría paso a otro tipo de sistemas basados en esta misma idea. Sería el caso de sensores capaces de captar los movimientos de la tierra precedentes a un terremoto, de controlar velocidades del viento, etc.

 Nuestra intención en este proyecto propone una solución fácil, rápida y de bajo coste, ya que aprovecharíamos las frecuencias y equipos utilizados actualmente para la telefonía móvil, y no necesitaríamos grandes antenas o dispositivos muy complicados. Esto supondría un progreso científico-tecnológico muy notorio, así como la consecución de una buena causa, ayudándonos a prevenir determinadas catástrofes de inmensurables dimensiones tanto a nivel social como ambiental.

 

2.- ANÁLISIS DEL SISTEMA

La utilidad y práctica de este sistema es indiscutible, y esto se demuestra por la cantidad de horas al día en que un teléfono móvil ordinario está fuera de servicio. Son un ejemplo de esto las primeras horas de la mañana, así como las comidas, en las que una persona se encuentra en su casa o en lugares provistos de teléfonos bien sean públicos o privados. En estos casos, la antena instalada para el teléfono móvil puede resultar inútil e incluso un gasto descompensado.

Ahí es donde entra nuestro dispositivo y, al mismo tiempo, se hace clara y evidente su conexión con el tema de la solidaridad y ciudadanía. Supondría un ahorro económico el hecho de que en estas horas clave fueran utilizadas estas redes también para otros fines distintos de la comunicación interpersonal, como pueden ser alarmas antiincendios, controladores de velocidad del viento… Se podría considerar el caso de que estos sensores estuvieran en funcionamiento también en horas en las que dichos terminales están en uso, y aunque sea en el transcurso de conversaciones telefónicas la señal sería también recibida, ya que se utilizan intervalos temporales muy pequeños.

El sistema que se aplicaría consiste en un sensor de temperatura o un sensor de luz integrados en un terminal de telefonía móvil GSM.

El sensor de temperatura es un sistema programado para medir la temperatura del ambiente. Efectúa mediciones de temperatura de manera continua, emitiendo señales a intervalos regulares recogidas por el terminal que las transmite a un ordenador central capaz de detectar si las variaciones de temperatura entrañan algún peligro según sean localizadas en un punto o en una zona.

El sensor de luz es un dispositivo que detecta la presencia de humo proveniente de un incendio, porque éste difracta la luz que en condiciones normales llegaría hasta el detector, de manera que éste no recibe ninguna señal luminosa. Este efecto interrumpe la emisión de luz hacia el terminal que enviaría alarma a la central de control.

Estos sensores se comunican con la central, utilizando el sistema de telefonía móvil GSM previamente instalado. La señal emitida por los sensores sería canalizada como una llamada periódica a la central de bomberos o primeros auxilios más próxima a la zona conflictiva.

Uno de los servicios del GSM incluye la telefonía móvil y el tráfico entre móviles y bases. La integración de los sensores antes mencionados consistiría en emitir señales desde dichos dispositivos aprovechando los intervalos de tiempo que están libres en las frecuencias, sin necesidad de ninguna señal de vuelta. Son dispositivos emisores, no receptores. Al aprovechar frecuencias libres no se altera el servicio de telefonía móvil.

 

3.- CONCLUSIONES

En el proyecto presentado hemos tratado una forma concreta de solidaridad: el control de las catástrofes naturales.

Consideramos que el sistema propuesto para ello es muy viable, dado que aprovecha las instalaciones existentes destinadas a la telefonía móvil o en caso de ausencia de éstas, la implantación de las mismas resulta económica, puesto que se necesita poco material.

Por otro lado, el sistema resulta ecológico, ya que no contamina el medio ambiente, al mismo tiempo que ayuda a controlar desastres naturales.

Para concluir, consideramos que como ingenieras podemos contribuir a construir un mundo más solidario.